viernes, 29 de mayo de 2015

METILFENIDATO, FRENO PARA LA GENIALIDAD . GENyo*

Millones de niños toman Ritalin o Adderall, para tratar el TDAH, padecimiento caracterizado por impulsividad, falta de atención y distracción, lo que puede interferir en su capacidad de prestar atención en la escuela y tener relaciones sociales adecuadas. 


Investigación siguió a 15 mil niños con déficit atencional por 14 años. Los niños medicados obtenían peores notas y repetían curso.




El Ritalin, cuyo factor activo es el compuesto metilfenidato, fue creado en los años 40. Pero ha sido en los últimos 20 años que se ha disparado su uso en el mundo. Sólo en EE.UU., un 11% de los niños entre cuatro y 17 años está diagnosticado con déficit atencional con hiperactividad (en el mundo es un 5%), y más de la mitad toma Ritalin o alguno de los más de 30 fármacos que tienen su compuesto activo. 

Y aunque diversos estudios han revelado sus múltiples efectos secundarios, su uso se masifica por los beneficios que podría acarrear en el ámbito escolar: lograr niños quietos y concentrados, aunque esto nunca se ha probado en un estudio de largo aliento. 

Ahora, una investigación realizada por las universidades de Princeton, Toronto y Cornell a más de 15 mil niños de Quebec, a los que siguieron por 14 años, muestra exactamente lo contrario. 

Los resultados arrojan que los niños que lo usaban y que exhibían los síntomas más agudos del síndrome fueron más propensos a quedarse atrás en la escuela, repetir de curso y tener una puntuación inferior en matemáticas en el corto plazo. A largo plazo, los niños seguían lidiando con las matemáticas y eran más propensos a abandonar la escuela, mientras que las niñas tenían mayor predisposición a ser diagnosticadas con un trastorno psicológico.

Janet Currie, economista de la U. de Princeton y autora principal del estudio, dijo que si bien su estudio no prueba que el Ritalin no pueda ayudar a los niños a mejorar en la escuela, sí revela que en un gran número de niños que lo usaron en Quebec no tuvo efectos positivos. 

¿Por qué? Una respuesta es que el fármaco pueda no tener los resultados esperados a largo plazo. Pero los investigadores creen que también podría deberse a que el medicamento termina convirtiéndose “en un sustituto de otro tipo de intervenciones cognitivas y conductuales que podrían ser necesarias para ayudar al niño a aprender.” Es decir que, una vez quietos, los padres y profesores le entreguen todo el trabajo al medicamento y se olviden de darles a los niños la ayuda adicional que necesitan. 

Niños más infelices

Los estudios han revelado que los niños con déficit atencional tienen resultados académicos más bajos que otros (incluyendo a sus propios hermanos) y es más probable que tengan que ser ubicados en escuelas especiales o repitan de curso. 

Pero a la par de esos resultados, otros han mostrado los efectos secundarios del fármaco, que incluyen riesgo cardiovascular, pérdida de apetito, insomnio, dolor de cabeza y estómago, y cambios de humor, incluyendo ansiedad y depresión.

Como se desconocen los efectos a largo plazo del fármaco, existe una controversia mundial sobre si los beneficios para los niños son más que sus efectos secundarios.

En el estudio -que analizó el aumento del uso de Ritalin en Quebec tras una norma que liberó el uso de fármacos en esa ciudad- los expertos no sólo no encontraron evidencia de que su consumo mejorara el rendimiento escolar. 

También se asoció a un aumento de la infelicidad en 24% y el deterioro en las relaciones con los padres, especialmente en las niñas, quienes también mostraron un incremento en la ansiedad y la depresión. 

“Se sabe que la ansiedad y la depresión son posibles efectos secundarios de los medicamentos estimulantes, por lo que no es tan sorprendente ver un efecto en este resultado”, dice Currie. Aunque sí preocupante. 

Como que cualquier médico pueda recetar este fármaco, afirman.

Efectos secundarios

Nerviosismo
dificultad para conciliar el sueño o para mantenerse dormido
mareos
náusea
vómitos
pérdida de apetito
dolor de estómago
diarrea
acidez
boca seca
dolor de cabeza
tensión muscular
somnolencia
movimiento incontrolable de una parte del cuerpo
agitación
hormigueo, ardor o adormecimiento de las manos o los pies
menos deseo sexual

Efectos secundarios graves. 

Ritmo cardiaco rápido, irregular o lento
dolor de pecho
dificultad para respirar
cansancio excesivo
dificultad para hablar o hablar lento
desmayos
debilidad u hormigueo de un brazo o una pierna
convulsiones
cambios en la visión o visión borrosa
agitación
creer cosas que no son ciertas
sensación inusual de desconfianza de las demás personas
alucinaciones (ver cosas o escuchar voces que no existen)
tics motores o tics verbales
depresión
ánimo anormalmente emocionado
cambios de humor
erecciones frecuentes, dolorosas
erección que dura más de 4 horas
adormecimiento, dolor o sensibilidad a la temperatura en los dedos o dedos de los pies
cambio en el color de la piel de pálido a azul a rojo en los dedos de las manos o pies
heridas sin explicación en los dedos o dedos de los pies
fiebre
urticaria
sarpullido
ampollas o descamación de la piel
picazón
inflamación de los ojos, el rostro, los labios, la boca, la lengua o la garganta
ronquera
dificultad para respirar o tragar

El metilfenidato puede ocasionar la muerte repentina en los niños y adolescentes, especialmente niños o adolescentes que tienen defectos cardíacos o problemas cardíacos graves. Este medicamento también puede ocasionar la muerte repentina, ataque cardíaco o apoplejía en los adultos, especialmente adultos con defectos cardíacos o problemas cardíacos graves. Hable con su médico sobre los riesgos de tomar este medicamento.

El metilfenidato puede retrasar el crecimiento o aumento de peso de un niño. El médico de su hijo controlará cuidadosamente su crecimiento. Hable con el médico de su hijo si tiene inquietudes acerca del crecimiento o el aumento de peso de su hijo mientras toma el medicamento. Hable con el médico de su hijo acerca de los riesgos de darle metilfenidato a su hijo.











NOTA: Lo que nadie le dice a los padres: ‘Ah, por cierto, de vez en cuando muere algún niño simplemente por tomar el medicamento que se le recetó’. o ‘por cierto, los niños que toman anfetaminas* tienen el doble de probabilidades de consumir drogas o ser anoréxicos’. o ‘Por cierto, un tercio de todos los niños que usan estos medicamentos desarrollan síntomas de comportamiento obsesivo compulsivo en el primer año’.

(*) Anfetamina: estimulante potente del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), comúnmente llamado “speed”.


Advertencia:

El metilfenidato puede ser adictivo. No tome una dosis mayor ni con más frecuencia; tampoco lo tome durante un período mayor, ni lo tome de una manera diferente al que su médico le recetó. Si toma demasiado metilfenidato, podría darse cuenta que el medicamento ya no controla sus síntomas, podría sentir una necesidad de experimentar cambios inusuales en su comportamiento. Informe a su médico si bebe o ha bebido grandes cantidades de alcohol, si usa o alguna vez ha usado drogas callejeras o si ha abusado de medicamentos con receta médica.
No deje de tomar el metilfenidato sin hablar con su médico, especialmente si ha usado el medicamento en exceso. Probablemente, su médico disminuirá su dosis gradualmente y le supervisará atentamente durante este tiempo. Usted podría desarrollar una depresión grave si deja de tomar metilfenidato repentinamente después de usarlo en exceso. Su médico podría necesitar supervisarle atentamente después de que deje de tomar metilfenidato, incluso si no ha usado el medicamento en exceso, debido a que sus síntomas podrían empeorar al detener el tratamiento.
No deje que nadie más venda, regale o tome su medicamento. Vender o regalar el metilfenidato puede ocasionar daño a otras personas y, es ilegal. Almacene el metilfenidato en un lugar seguro de manera que nadie más pueda tomarlo accidentalmente o a propósito. Lleve un registro de cuánto medicamento queda para saber si hay algún faltante.
Su médico o farmacéutico le dará la hoja de información del fabricante para el paciente (Guía del medicamento) cuando inicie el tratamiento con metilfenidato y cada vez que vuelva a surtir su receta médica. Lea la información atentamente y pregunte a su médico o farmacéutico si tiene alguna duda. También puede visitar el sitio web de la Administración de Medicamentos y Alimentos 
(Food and Drug Administration, FDA) (http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm085729.htm) o el sitio web del fabricante para obtener la Guía del medicamento.